domingo, 8 de noviembre de 2009

Serpiente de Oro

La naturaleza y el lenguaje

Por Marcel Velázquez Castro
Dominical. Suplemento de El Comercio, Lima 29/07/07
http://www.elcomercio.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-07-28/ImEcDominical0761221.html


La serpiente de oro es el inicio de una trilogía fundacional de nuestra narrativa. En códigos realistas y con un lenguaje escindido, Ciro Alegría explora los avatares de la vida humana y celebra a la paradójica Naturaleza que crea y destruye incesantemente.

Después de haber sido encarcelado y torturado por su filiación aprista, el joven Ciro Alegría es exiliado a Chile en 1934. En dicho país, sobrevive publicando cuentos breves para el suplemento literario de un diario de Buenos Aires. En su afán de multiplicar sus ingresos, decide enviar un texto más extenso que titula "La balsa". El relato fue rechazado con una escueta respuesta "demasiado largo", pero así nació el germen de una de las piezas más entrañables de nuestra literatura y una de las novelas más hermosas del paradigma mimético verosímil en el registro de lo que se ha denominado "novela de la tierra".

Alegría decide ampliar el cuento que inicialmente recogía como eje una trágica anécdota que le contó el peón de hacienda Manuel Baca, notable narrador oral que mascaba coca mientras relataba sus historias. El escritor desterrado modificó escenas e incorporó narraciones paternales y los recuerdos de su propia experiencia en la amplia zona definida por la presencia del Río Marañón. La naciente novela circuló entre amigos y buscó infructuosamente un editor con el título de Marañón. Sin respuestas positivas, vuelve a ampliarla para adaptarla a los requisitos del Concurso Nacimiento y la presenta con un nuevo título que será el definitivo.

La novela, cuyos avatares de composición hemos reseñado, obtuvo el premio. La primera edición de La serpiente de oro se publicó en la Editorial Nascimento en 1935.

La carátula presentaba una ilustración del artista gráfico "Esquerriloff", seudónimo que correspondía a Julio Esquerre, amigo del novelista y miembro del célebre Grupo Norte. Entre las simétricas y amarillas ondas del río, hay una mujer desnuda que está sumergiéndose en el agua, ella ocupa el centro del dibujo, en la ribera, brotes de vegetación y algunos cactus enmarcan la escena. En el imaginario de la época, la Naturaleza adoptaba formas femeninas que seducían y espantaban. Sin embargo, la escena representada trasunta un delicado erotismo, las enhiestas formas de los cactus y el ojo implícito aluden al sexo y a la mirada masculina; la mujer, metonimia de la Naturaleza, parece evadir la amenaza y termina hundiéndose en el río dorado. Es evidente que Esquerrilof se ha inspirado en la memorable escena del baño de la mujer deseada por Lucas Vilca: "El Marañón tiñe su cuerpo núbil con un azul de inmensidad. Viene el viento, y el carrizal es una antara de mil voces. La Florinda sigue allí, desnuda, en medio de la naturaleza que la rodea con un gesto de admiración".